Resumen
El reciente debate originado en torno del motu propio de Benedicto XVI, con el cual se autoriza, a petición de los fieles, la celebración de la misa en latín según el misal de Pío XI, induce a repensar el problema del uso de las lenguas vernáculas en la vida sacramental de la Iglesia, problema que, como es notorio, involucró directamente a los jesuitas italianos y en particular a los que ejercían en las misiones de Asia meridional y China.